Los problemas o situaciones conflictivas en el núcleo familiar son normales y habituales. No sufras por ello, tan solo tienes que entender que tal vez vuestra familia tenga que modificar ciertas costumbres con el objetivo de mejorar la calidad en el ambiente familiar.
Los conflictos deben ser puntuales o, por el contrario, pueden dilatarse en el tiempo afectando la autoestima de los propios hijos y con ello aparecer serios problemas en el futuro.
Lo importante es detectar el problema lo antes posible y con ello solucionarlo por el bien de tus hijos y con ello, el bien común de toda la familia.
Es de vital importancia que la alegría, el amor, la comunicación efectiva, los valores y las buenas relaciones, sean las protagonistas durante toda la infancia de vuestros hijos.
¿Para qué?