¿Cómo?

Haciendo consciente cómo te relacionas primero contigo y luego con la vida. Esto es un proceso de descubrimiento que te puedo asegurar que engancha, pues vas despejando formas de procesar que ni sabías y cada descubrimiento es un alivio y una puerta al progreso. Te ayudaré a identificar esas creencias limitantes que no te dejan avanzar o sentir la VIDA en mayúsculas.
Una vez descubiertas las desinstalaremos y sustituiremos por las creencias potenciales reales con las que mereces decidir y dirigir tu vida.
Por otro lado te voy a enseñar una forma de relacionarte con tu entorno (hijos, pareja, familia, amigos, compañeros de trabajo…) que no sólo te reportará una mejora en la calidad de tus relaciones sino que paralelamente aumentará la conexión contigo mism@ y con la VIDA.

Vas a aprender a entender tus emociones y que puedes hacer y producir tú en cada momento la que necesites.
Existen 2 tipos de emociones:

1) Unas que nos empoderan como; seguridad, coraje, vulnerabilidad, alegría…
Estas son las que debemos aprender a hacer y mantener antes de tomar decisiones, si queremos que sean adecuadas.

2) Otras que no nos hacen sentir tan bien como tristeza, miedo, culpabilidad….
Aunque parezcan negativas, no lo son, si sabemos descifrar el mensaje que nos traen y gestionarlo adecuadamente para que nos beneficiemos de su misión. Así les damos un uso en favor de nuestro crecimiento el tiempo justo y necesario sin que se mantengan en el tiempo pues, daría por el contrario lugar a un estado emocional poco favorable que puede habituarse como identidad.